Protegemos nuestras alas, no dejamos que toquen tierra firme...
Y ahora es el momento de abrir las alas al máximo...
Disfrutemos del paisaje, no nos detengamos ante los obstáculos
al contrario pasemos por ellos sintiéndonos fuertes,
comprendiendo que el horizonte es la meta y que ese vuelo
es sinónimo de libertad...
Como en los sueños, como en esos momentos mágicos
en que la mente nos lleva a un mundo desconocido y maravilloso,
como en esos instantes en que sólo nos dejamos llevar
sin ofrecer resistencia...
Está en nosotros el secreto de tener esa fuerza,
sólo debemos aprender a volar.