ACABAR CON TODO
Dame, llama invisible,
espada fría, tu persistente cólera, para acabar con todo, oh mundo
seco, oh mundo desangrado, para acabar con todo. Arde, sombrío, arde
sin llamas, apagado y ardiente, ceniza y piedra viva, desierto sin
orillas. Arde en el vasto cielo, laja y nube, bajo la ciega luz que se
desploma entre estériles peñas. Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente, de raíces heladas y sedientas. Arde, furor
oculto, ceniza que enloquece, arde invisible, arde como el mar
impotente engendra nubes, olas como el rencor y espumas pétreas. Entre
mis huesos delirantes, arde; arde dentro del aire hueco, horno invisible
y puro; arde como arde el tiempo, como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento; arde como la soledad que te
devora, Octavio Paz
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