Nadie va por la vida...
Nadie va por la vida sin heridas. Unos más que
otros. Nuestra actitud ante ellas y cómo resistimos es lo que marca la
diferencia. Podemos tener lastima de nosotros mismos y dejar que la
adversidad nos derrumbe... o con coraje, seguir adelante, determinados a
enfrentar el miedo, determinados a hacer lo mejor que podamos, en cada
batalla. Aún cuando perdamos alguna batalla nos levantaremos con
coraje, porque perder una batalla no es perder la guerra. En ocasiones
sobrevivir depende de coraje, el valor nos da esperanza... el miedo,
desesperación nada. La fe nos da aguante ante la conviccion de que Dios
nos cuida y que no nos desampara y no dejará que suframos más de lo
que podemos soportar y apesar de la tribulacion encontraremos esperanza
y consuelo. Confia en Dios, no te rindas. de la
web
|