"Ruinas"
Hoy hace tres meses que todo terminó.
Aún no sé si el camino que escogí es el que realmente debo seguir.
Esta última semana me he hecho muchas preguntas.
Y he vuelto a sentirme triste. A veces creo que esta sensación me
acompañará durante el resto de mi vida, las heridas aún duelen,
aunque el dolor se ha hecho mucho más soportable.
Todo lo que ha pasado me ha hecho más fuerte, y a la vez
más vulnerable.
Nunca pensé que algo así me sucedería a mí.
Pero así es la vida, imprevisible y llena de sorpresas.
Quizás son estas cosas las que nos hacen sentirnos más vivos.
La felicidad y el sufrimiento suelen ir de la mano, y en mi caso
lo he vivido personalmente. He aprendido a no dar nada por sentado,
a creer que todo es relativo y efímero. Lo que un día nos parece
indestructible, al día siguiente se torna débil, y puede acabar
por romperse en mil fragmentos.
Lo importante es levantarse de nuevo, seguir adelante y confiar
en que el futuro nos traerá nuevas sorpresas.
Me gusta pensar aquello de que lo mejor está por venir.
¿Realmente me enamoré de él, o sólo fue una vía de escape de
una relación que se había vuelto monótona y aburrida?
Cuando recuerdo algunas de las cosas que nos decíamos me
asusto y siento escalofríos, pues ahora estamos tan lejos...
Supongo que el tiempo acabará por poner las cosas en su sitio.
Mis dudas van ahora por otros derroteros. Quiero que mi matrimonio
funcione, quiero devolver la magia del principio a esta relación.
Y tengo que hacerlo lejos de él. Porque su presencia sigue removiendo cosas.
Aunque más que su presencia es el recuerdo de lo vivido lo que me hace
más daño.
Ha sido como un huracán, que me arrastró dentro de él, dejando luego un
paisaje de ruinas y desolación. A mí me corresponde ahora reconstruirlo todo,
poco a poco, para que mis sentimientos sean aún más fuertes que antes.
Y en ello estoy, pero hay días en que creo que es imposible, que hay zonas
de mi corazón que han quedado inservibles...
Seguiré luchando. No pienso rendirme. Nunca lo he hecho.