¡La Navidad!
La palabra en
sí llena
nuestros corazones de alegría. No importa lo mucho nos tememos las
prisas, las listas de regalos de Navidad y felicitaciones que nos quedan
por hacer. Cuando llegue el día de
Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos
niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro
hogar. Joan Winmill Marrón
|