Apareciste bella como la noche estrellada
y todo el brillo de las estrellas
se reunieron en tus ojos
y la luna hizo brillar tu bello rostro.
¡Que bella, amada mía!
Vestida de nuevo de blanco.
La felicidad se reflejaba en tu rostro
enmarcado con los rizos de tu cabello.
Tus dulces labios se abrían en sonrisas
que brillaban y hablaban de días felices
de paz en tu mente y fuego de amor
en tu corazon.
¡Qué bella vestida de novia, amada mía!
CEFE
TU ENAMORADO ESPOSO
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