La sonrisa Pablo Roberto Gaefke
Una sonrisa tiene la fuerza de muchos remedios, cuando lo recibimos en el lecho de un hospital, cuando estamos solitarios en la enfermedad. Una sonrisa tiene el poder de rehabilitar las fuerzas, cuando estamos desistiendo de algo, cuando nuestra voluntad es vencida por el desánimo.
Una sonrisa tiene el don de calmar; el niño que llora, incluso con hambre, el viejo que se lamenta, incluso ante el dolor, el hombre angustiado, aun ante la humillación, la mujer desengañada, incluso ante la cirugía, al animal herido, incluso abandonado, al cristiano abatido, incluso sin fe, al siervo humilde, aun ante las injusticias.
La sonrisa es la puerta abierta de la felicidad interior, es un regalo que ilumina no sólo la cara, pero todo el alma, es un bien sin precio, que estimula lo que recibe, alimenta quien le da, y toca campanas allá lejos, en el fondo, directo y sin misterios, la sonrisa es como la luz, es mensajero divino de una fuerza mayor, de un amigo que todo ve, el amigo Jesús. Smile!
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