Las velas son unas inmejorables aliadas a la hora de lograr mejorías físicas. Compraremos una vela blanca, una verde y otra amarilla. Las vestiremos (de la base hacia la mecha) con esencia de pino y las depositaremos encima de una mesa, colocándolas en forma de triángulo. En el centro, pondremos un pequeño recipiente de cristal con alcohol y una pequeña amatista de brillante color lila. Y en la base del recipiente un papel con el nombre de la persona enferma y nuestro deseo de mejora. Prenderemos las tres velas a diario un mínimo de cinco minutos concentrándonos en el tema que nos ocupa.