Prácticamente todos los padres usan algún tipo de agresión con sus hijos.
Los investigadores estudiaron a 991 madres y padres en Estados Unidos y encontraron un alto grado de agresión psicológica hacia los niños: a la edad de 2 años, el 90% de los progenitores utilizan una o varias formas de agresión psicológica; a los 5 años, ese porcentaje ha aumentado hasta el 98%. Desde los 6 a los 17, el porcentaje es del 90 %.
Tanto los padres como las autoridades se resisten a considerar los gritos y chillidos como abuso, aunque los investigadores no piensan lo mismo, afirmando que "cualquier agresión psicológica es abuso en el momento en que se produzca".
2005