¿Sabías que dentro tuyo vive un niño o niña?, no importa la edad que
tengas ahora, porque en zonas profundas de tu ser habita un(a) niño
(a) y su estado psicológico determina emociones o sentimientos
predominantes, formas de reaccionar, importantes rasgos de tu
personalidad y muchas experiencias que estás viviendo o atrayendo a
tu vida de adulto.
Por Esther Morales *
Desde que estamos en el vientre de nuestra madre, en una profunda
conexión vital con ella, nuestro cerebro está almacenando
impresiones emocionales y afectivas que se guardan en un cerebro
emocional o límbico. En el momento del parto se produce nuestro
primer shock emocional, por la salida a un mundo extraño y
amenazante, muy diferente a aquel tibio acuático y protegido, donde
habitamos por nueve meses.
Hasta los seis años de vida, que es cuando comienza nuestro proceso
de escolarizació n y el desarrollo del hemisferio izquierdo del
cerebro, correspondiente a la parte lógica, hemos estado usando
predominantemente nuestra captación intuitiva de los estados
emocionales y afectivos de los padres, hermanos y las personas más
cercanas.
En la primera parte de nuestra vida, el cerebro madura velozmente,
almacenamos millones de impresiones sensoriales en la memoria
cerebral y corporal, aprendemos dos cosas fundamentales como hablar
y caminar, adquirimos hábitos, definimos nuestro yo personal e
identidad, sabemos lo que nos gusta o desagrada, nuestra presencia
produce un efecto en nuestra familia o jardín infantil, viajamos,
nos relacionamos con gente de diferentes edades. Sin embargo, somos
profundamente inocentes y vulnerables frente a cualquier experiencia
marcadora y negativa.
Cualquier situación que afecte fuertemente a un niño, de aparición
brusca, que no se está capacitado para comprender y que provoque un
impacto emocional intenso, es considerada como un trauma. Estas
experiencias no se recuerdan conscientemente, porque quedan
reprimidas en la memoria del inconsciente, como una forma de evitar
dolor y sufrimiento; sin embargo, el bloqueo energético que
producen, persiste en nosotros para siempre, afectando nuestra vida
adulta.
Situaciones de trauma pueden ser desde la violencia contra nosotros
o contra seres que amamos, abuso sexual, muerte de alguien cercano,
abandono de alguno de los padres, un accidente, hospitalizació n,
etc. Sin embargo, no siempre un trauma es provocado por una
situación grave, sino por eventos que afectan directamente la
sensibilidad de ese niño pequeño, y son permanentes en el tiempo,
como el maltrato verbal de los padres, un profesor, burlas de los
compañeros de colegio, viaje de alguno de los padres, ciertos
castigos, que sin ser hechos realmente graves, afectan la
sensibilidad infantil, cuando no se tiene la capacidad cognitiva
para entenderlos o defenderse adecuadamente.
Nuestro niño interno está conformado y definido por el ser esencial,
la personalidad o construcción social, todos los aspectos positivos
y gratificantes que nos ha tocado vivir, pero también por nuestros
traumas, que pueden ocurrir desde el periodo de gestación.
Como terapeuta he realizado la experiencia de pedir a pacientes
mujeres fuertemente depresivas, que pregunten a sus madres como fue
su periodo de embarazo o el parto, y casi todas ellas recibieron
confesiones en cuanto a no ser deseadas, por diferentes motivos
como: embarazarse soltera, desavenencias con la pareja, problemas de
salud, económicos, estados de angustia, ansiedad o depresión,
llegando en algunos pocos casos, incluso a contarles que intentaron
abortarlas, sin conseguirlo. Asimismo, he visto que partos largos
con anoxia y sufrimiento fetal, especialmente porque el bebé viene
con circular al cuello, provocan posteriormente dificultades
respiratorias, asma e incluso el rechazo a usar cuellos altos en la
ropa.
El niño interno tiene un parte sana y una parte herida, la parte
sana aparece cuando estamos despreocupados, alegres, actuamos en
forma espontánea, decimos lo que pensamos, damos y recibimos cariño
físico, nos damos gustos, estamos presentes en el ahora, conscientes
de lo que somos…
El niño interno herido es quien aparece cuando actuamos de manera
infantil, inmadura, irracional, cuando nos sentimos superados por el
miedo, la rabia, la pena o el dolor y actuamos en forma
desproporcionada al estímulo; cuando el maltrato, el desamor o el
abandono de otros, nos hace sentir muy dañados y, en general, ante
cualquier situación adversa, en que somos incapaces de ver lo que
ocurre en forma objetiva y/o decidir con racionalidad adulta.
La terapia de hipnosis es una de las mejores técnicas que existen
para sanar los traumas, ya que permite retroceder en el tiempo,
conocer la situación que nos traumó y desbloquearla, generalmente a
través de una catarsis, que libera la energía bloqueada. La persona
posteriormente puede recordar el hecho traumatizante, pero en forma
serena y sus efectos negativos desaparecen de la vida adulta.
Ejercicio sugerido
En un lugar tranquilo, sentado o acostado, respira profunda y
rítmicamente con tu vientre, relájate, deja que los pensamientos
pasen, siente tu cuerpo, cada parte de él, lentamente serás invadido
por una sensación de paz y descanso.
Busca en tus memorias a tu niño o niña interna, observa en qué lugar
se encuentra, qué edad tiene, cómo viste, cuál es la situación que
está viviendo, cómo se siente. Concéntrate en tu corazón, libera lo
que estás sintiendo, si lloras, eso te alivia y descarga.
Ingresa a la escena, en tu forma de adulto y comienza a acercarte al
niño o niña, permite que ocurran cosas entre ambos, como mirarse,
conversar o tener algún contacto físico. Si puedes toma al niño (a)
en brazos y dile: "Ahora no estás solo(a), voy a cuidarte, nada ni
nadie volverá a hacerte daño, estaremos siempre juntos, tú también
me enseñarás cosas y nos sanaremos mutuamente y seremos más
felices".
Reparte por todo tu cuerpo la sensación sanadora que está ocurriendo
dentro de ti y agradece a tu sanador interno por esta experiencia.
Cruza tus manos en el pecho, vuelve a respirar profundo y repite
tres veces con fuerza y convicción:"Yo soy ……. (di tu nombre), mi
niño(a) y yo estamos integrados(as) y sanos(as) ".
click sobre los gif para bajar las 3 meditaciones del niño interior (quien no sepa bajar ,y guardarlo en su pc,me avisa)