La REINA de BASTOS Derecha: Es una mujer instruida, una compañera de trabajo eficiente y preparada, una amiga personal dotada de buenas amistades, nos muestra la dulzura, el honor y la virtud, es práctica, se interesa sinceramente por lo demás y que le gusta las manifestaciones de afecto. Invertida: Nos habla de celos, engaños, e infidelidades, sentimientos inestables y volubles. La REINA de ESPADAS de ESPADAS Derecha: La reina empuña así mismo la espada, símbolo en este caso de eficiencia y combatividad, la mano izquierda levantada denota un gesto de generosidad y comprensión, a veces representa viudedad, soledad o enfermedad, también separación, es una mujer que ha conocido la felicidad y que está en declive, es mujer combativa a veces, representa una rival, una enemiga. Invertida: Indica mezquindad, avaricia, nos avisa de un deseo de venganza, enemigo infiel, persona mal encarada. La REINA de COPAS Derecha: Bajo la corona aparece una larga y rica cabellera, su rostro es amable, su gesto inspira confianza, en la mano izquierda sostiene el símbolo del palo, una gran copa en la derecha, una vara de mando, a menudo resulta ser una mujer no demasiado joven, de importancia en nuestros entornos familiar, la madre, la esposa, una amiga muy especial, muestra ternura, compresión, intuición e inteligencia, es honesta y muy práctica. Invertida: Deberemos pensar en una persona que no es de mucho fiar, muestra así mismo la brevedad de una relación de deshonestidad, deslealtad y vicio. La REINA de OROS Derecha: En su mano derecha sostiene una gran moneda, su rostro es tranquilo sereno y expresa inteligencia, generosidad, un cetro en su mano izquierda que está apoyado sobre el hombro muestra su poder, está de pie orgullosa, para mostrar sus virtudes a sus súbditos, es representación de una mujer rica, hábil, talvez una amiga, una compañera que nos proporcionará buenas iniciativas de negocios, abundancia, riqueza y también generosidad y tranquilidad material, alma noble. Invertida: Señala a una persona insegura, indecisa que teme al fracaso, se descuidan las responsabilidades, aparece la duda y ella conduce a un bienestar ficticio y peligroso |