El Cuchillo Mágico: El cuchillo mágico (o athame) posee una antigua historia. No es utilizada como instrumento de corte en la Wicca, pero sí para direccionar la energía generada durante ritos y encantamientos.

El cuchillo es generalmente ciego, normalmente de filo doble y con un mango negro u oscuro. El negro absorbe poder. Cuando es utilizada en rituales (ver El Libro de Sombras de las Piedras Erguidas) para direccionar energía, algo de su poder es absorbido por el cabo - sólo una cantidad ínfima -, lo cual puede ser evocado posteriormente. De igual manera, por veces la energía generada en rituales Wiccanos es canalizada al cuchillo para uso posterior. Historias de espadas con poderes y nombres mágicos son bien comunes en la literatura mítica, y espadas son simplemente grandes cuchillos.

Algunos Wiccanos tallan símbolos mágicos en sus cuchillos, normalmente quitados de la Llave de Salomon, pero esto no es necesario. Como en muchos instrumentos de magia, el cuchillo se hace poderosa con su toque y con su utilización. Sin embargo, si así lo desea, talle palabras, símbolos o runas en su lámina o empuñadur. Una espada es por veces utilizada en *Wicca, pues posee todas las propiedades de un cuchillo, pero puede ser de difícil manoseo en rituales internos debido a su tamaño.

Gracias al simbolismo del cuchillo, la cual es un instrumento que causa cambios, es comúnmente asociada al elemento del Fuego. Su naturaleza *fálica a asocia al Dios.

Cuchillo de mango Blanco: El cuchillo de mango blanco (por veces llamada de Bolline) es simplemente un cuchillo práctico, de trabajo, al contrario del puramente ritualístico cuchillo mágico. Es utilizado para cortar ramas o hierbas sagradas, inscribir símbolos en velas o en la madera, cera o arcilla, y para cortar cuerdas que sean utilizadas en magia.

Normalmente posee mango blanco para distinguírse del cuchillo mágico.

Algunas tradiciones Wiccanas encomiendan que el cuchillo de mango blanco sea utilizado sólo dentro del círculo mágico. Esto, obviamente, limitaría su utilidad. Me parece que utilizarla sólo para fines rituales (cómo cosechar flores en el jardín para que sean colocadas en el altar durante rituales) confirma el aspecto sagrado de ese instrumento y permite, así, que sea utilizado fuera del "espacio sagrado".