Estos “omieros” tienen una preparación especial, en la cual interviene directamente el ashé del religioso, quien elabora la preparación invocando a los diferentes orishas pero muy especialmente a Ozain, dios de la vegetación y de la medicina que ésta encierra.
Al iniciar la preparación del omiero, se presentan las hierbas a los santos y se pide el ashé de éstos y de los Babalawos y Olorisas presentes. Luego se van entregando cada una de las hierbas a quienes se encargarán de preparar el omiero propiamente dicho.
Se comienza por despalillar o quitar la vena central de las hojas, para luego ir rompiendo o ripiándolas unas con otras para extraerles el zumo. Entre tanto, otro de los religiosos va agregando agua, mientras el Obá interpreta los cantos correspondientes a través de los cuales no sólo se va invocando al santo, sino que también se van nombrando las hierbas que se están utilizando en la preparación del omiero.
Finalmente, se agregan ingredientes como cascarilla, cacao, corojo, jutia y pescado ahumado, maíz tostado, miel, aguardiente e iyefá de Orunmila.
Este es el omiero básico, pues los secretos fundamentales de los omieros para la consagración de Ifá, Ikofá y Awofaka, así como los de Kariosha, pertenecen al ceremonial secreto que sólo conocen los iniciados.