Para los indúes el cielo está poblado de dioses, no de astros. Quienes rigen la conducta humana y los ciclos de reencarnación.

La astrología védica o indú está basada en el libro Brihat Parasara Hora, que puede traducirse del sánscrito por "La gran escritura de astrología de Parasara Muni". Parasara vivió hace unos 5.000 años y su hijo, Veda Vysadeva, escribió ese voluminoso libro (actualmente se edita en dos volúmenes) a patir de la tradición oral existente en su momento. Originalmente se creyó que esas enseñanzas fueron entregadas por Brahma al primer ser humano creado dentro del ciclo cósmico en que nos encontramos actualmente. Lo que cuenta de esta clase de astrología es que considera a los planetas dioses con características humanas. Los tránsitos planetarios están signados por el agrado o desagrado del Dios, la incomodidad o comodidad que sienta en su paso por las Casas astrales. En suma, es una disciplina que conserva su origen divino.

Literatura Védica

La astrología al ser una parte de las enseñanzas religosas de los vedas, no puede ser comprendida sin unos conocimientos previos de dos libros fundamentales en el hinduismo: el Bhagavat Purana (conocido como el "Purana") y también el Bhagavat Gita. En el primero de los libros citados, el "Purana", se explica la estructura teolólogica indú. Se describen los dioses y las diosas, sus vidas y la forma en que se relacionan entre ellos; en el segundo libro, el "Gita", se enseña cómo el Dios Supremo ha realizado la creación material, cuál es el sentido de la vida humana, y otros asuntos similares.

Bajo la tutela de Brahma

El mundo material, es decir el Universo Creado, fue obra directa de Brahma, quien realizó esta obra con ayuda de numerosos semidioses, los cuales construyeron el complejo sistema del karma, que es parte esesncial de esta teología. Para conocer una parte de su estructura, la astrología védica nos da las pautas necesarias. Así pues, la astrología queda enmarcada en esta teología como un elemento necesario del que no es posible prescindir.

De Dioses y Semidioses

En la teología védica solo Shiva y las personificaciones de Vishnu (Rama. Nringha, Sankarson, Krishna, etc.) están más allá de toda la creación material. Son los únicos dioses eternos. La creación material es sólo un pequeño fragmento de su potencia.

Al resto de los dioses habría que llamarlos con propiedad semidioses, ya que al igual que los seres humanos son seres creados, forman parte de la materia y tienen por tanto un "cuerpo", aunque sea diferente del cuerpo humano. Al ser partes del universo manifestado, los semidioses, al igual que los seres humanos, un día, al final de los tiempos, serán readsorbidos por Vishnu.

Poéticamente hablando se describe el tiempo como si fuese un movimiento respiratorio de Vishnu, como una pulsación cósmica de expansión y de contracción.

Divinidades planetarias

Los dioses planetarios son también creación de Vishnu, viven como seres humanos, pero en un plano diferente, en realidad un plano superior. Este plano no es accesible para los seres humanos, pero estos dioses se manifiestan en nuestro plano con un cuerpo material visible para poder actuar sobre en él. Estos son los planetas. Cada uno es el cuerpo físico de uno de esos dioses. Los planetas, en consecuencia, no pueden entenderse en la astrología hindú como meros símbolos ni como inertes masas de materia, sino como la corporización material de auténticas "personalidades" divinas, que existen realmente y que actúan de conformidad a su carácter.

Estos semidioses forman parte de un amplio conjunto de dioses dirigidos por Brahma e Indra, que están por encima de todos.

Los dioses planetarios son los siguientes:

El Sol / Surya
La Luna /Chandra
Mercurio / Budha
Venus / Shukra
Marte /Kartikeya
Júpiter / Brhaspati
Saturno / Saniscarya
La Tierra /Bhumi
Nodo Norte / Rahu
Nodo Sur / Ketu

El mapa del cielo

La astrología védica utiliza "mapas kármicos" o cartas astrales, análogos a los que confeccionan los astrólogos occidentales. Pero para su comprensión resulta necesaria cierta instrucción acerca de lo que enseñan sus textos sagrados. Los elementos de la astrología védica son prácticamente los mismos que los utilizados por la astrología occidental, con algunas variaciones.

En la astrología védica estos elementos son:

a) Los 27 Nakshatras: que son las 27 constelaciones zodiacales.

b) Los 12 signos del zodíaco (pero del zodíaco sideral y no del tropical).

c) Las 12 Casas (análogas a las occidentales).

d) Los 9 planetas (en realidad son los siete planetas tradicionales y los dos nodos de la Luna).

e) Los 16 Vargas: que son 16 formas diferentes de dividir el círculo zodiacal.

El movimiento de los Astros

A fin de organizar el control del karma, las estrellas o Nakshatras, tienen asignados poderes determinados, que rigen partes del Universo como territorios organizados o constelaciones. Estos poderes divinos son realidades primordiales y constantes, de ahí que la astrología védica sea sideral y no tropical como en Occidente.

Los planetas o -mejor dicho- los dioses planetarios, en su tránsito por el cielo, rinden sucesivamente el homenaje requerido por cada Nakshatra, como cuando un principe viaja por diferentes territorios. Deven someterse a las condiciones de cada uno de ellos, en algunos estarán cómodos y en otros se sentirán mal.

Cada planeta modificará su naturaleza, su estado de ánimo, en cada Nakshatra, aunque sin llegar a la perversión completa de su carácter.

Simpatías y antipatías

Los dioses planetarios perciben que algunas constelaciones son sus amigas y otras son sus enemigas. Debemos imaginar a los planetas como personas divinas. Por ejemplo, Júpiter pasando por Capricornio es en realidad para la astrología védica el semidios Brahspati entrando en Capricornio.

El especialista en esta materia entonces aclarará que Brahspati es el gurú o maestro de todos los demás semidioses y que su papel es darles enseñanza tanto espiritual como enseñanza material.

A Brahspati le gusta entregarse a los demás y compartir sus conocimientos, no le gusta el carácter reservado y prudente de Capricornio, para Brahspati, Capricornio es como una cárcel, en realidad se puede decir que odia esta Casa.

Alegrías de Shukra

Con Venus podemos ilustrar otro ejemplo. Shukra (Venus) es el maestro de todos los Rakshasas o seres poco evolucionados que está atados a lo material con todas sus fuerzas. Es el auténtico Brahmin el que conoce la verdad de todas las cosas; tiene un gran amor por esos seres de clase tan baja a quienes protege y ayuda porque quiere recuperarlos y elevarlos a niveles de mayor espiritualidad. Es tan grande su amor que piensa de esta forma: "¿Por qué sólo van a obtener la protección divina los puros de corazón, por qué no también esos locos Rakshasas?".

Shukra da a sus protegidos placeres materiales, felicidad, lujuria, etc. Dentro de un plan divino que abarca varias reencarnaciones esto tiene su sentido, pues podemos entender que Shukra (Venus) da a sus protegidos la felicidad que valoran y que necesitan ahora, ya que de esa forma, quizás en otra reencarnación esas almas estarán más serenas para poder recibir una mejora espiritual. Al haber satisfecho esas necesidades materiales en alguna vida, ya no tendrán esa tensión y ansiedad en futuras vidas.

"Me gusta, no me gusta"

Cuando Venus (Shukra) entra en Virgo, este planeta-dios se entristece, porque Virgo es demasiado organizado, trabajador y mental. Por el contrario, Venus es pura felicidad y placer. Cuando Venus está influenciado por Virgo es incapaz de dar a la persona, que nace bajo su influencia, su espíritu de amor, paz y belleza. Virgo es demasiado intelectual.

A Shukra tampoco le agrada sentir cerca a Bhuda, el planeta del pensamiento (Mercurio). Venus y Bhuda está siempre en desacuerdo. Los lugares y actividades que gustan a Bhuda, desagradan a Venus y viceversa.

Estos ejemplos pueden servir para entender la profundidad del pensamiento astrológico hindú, tan parecido y a la vez tan diferente al modo de pensar occidental.

El objetivo final: reencarnar para ser mejores

Enla religión indú, la creación del universo manifestado es como una escuela en la cual Vishnu ha colocado las almas para que se perfeccionen.

Esto último lo consigue mediante la interacción de unas almas con otras a través de sucesivas reencarnaciones.

Inicialmente las almas son muy imperfectas, están como en estado bruto, sin pulir, cometen numerosos errores, son muy ignorantes, egoístas, orgullosas, temerosas, etc., así en cada reencarnación esas almas se van perfeccionando, hasta que alcanzan un estado aceptable y no precisan de más reencarnaciones.

Artículo publicado en Predicciones nº 101