Retira de tu vida la maldad.
Combate el pensamiento enfermizo con el saludable; corta las sospechas injustificadas con el tesoro de la confianza en tu projimo.
Es tormentoso vivir armados contra otros, ver primero el lado negativo, detectar la inperfección.
No existe nadie en la tierra sin defectos, como no existe una sola persona que no posea tambien virtud, por más cruel que este individuo sea.
Procura el lado bueno de todos y te reconocerás como una persona buena, renovada y afable.