En torno de la Esperanza

Quien se aficione al pesimismo y se queje de soledad, observe si alguien puede descansar sobre un colchón espinoso.

Reflexione que si no hubiese nacido para mejorar el ambiente en el que vive, seguramente estaría en un mundo superior.

Con los lamentos es posible deprimir a quienes mas nos ayudan.

Si pretende auxiliar a alguien, comience mostrando alegría.

La conversación triste con los tristes, deja a los tristes mucho más triste.

Quien diga que Dios dejo de amparar a la humanidad, que medite en la belleza del Sol en cada alborada.

Si tienes que llorar por algún motivo que consideres justo, llora trabajado por el bien, pues así las lágrimas no serán inútiles.

En realidad, no seria razonable que en los momentos de prueba exteriorizáramos buen humor; no obstante, el buen ánimo y la esperanza son luces y bendiciones en toda ocasión y lugar.

Conserva la lección que te brindó el pasado, mas no pierdas tiempo quejándote de aquello que el tiempo no te puede restituir.

Cuando estés al borde del desaliento, preguntante si estás en el mundo construyendo o si te hallas en una colonia de vacaciones.

Dios permitió la existencia de las caídas de agua a los fines de que tengamos la noción de la fuerza que podemos extraer de nuestras caídas para aplicar al trabajo y a nuestra renovación.

No sufras pensando en los defectos ajenos; los demás son Espíritus, iguales a nosotros, en proceso de preparación para la Vida Mayor.

Si procuras la paz, no critiques, pero ayuda siempre.

Señala a la persona que haya construido algo de bueno sin sudor y sin sufrimiento.

Toda irritación es un estorbo en el trabajo.

Deja una estela de alegría por donde pases y tu alegría se vera acrecentada mas adelante.

Quien hurta la esperanza, crea la dolencia.

La sonrisa es siempre una luz en tu puerta.

La Verdad nos hará libres

por José de Pizarra