Todo ser humano en su proceso de desarrollo y crecimiento va aprendiendo, experimentando y relacionándose con el mundo que le rodea, su madre, su padre, la familia inmediata, amigos, compañeros, la sociedad en su conjunto.
Es la única forma de crecer, todos esperamos que este desarrollo este lleno de salud, armonía y bienestar, sin embargo, no siempre es así, hay situaciones de desacuerdo y conflicto en nuestra vida, que se presentan de dos formas, la primera es como nosotros percibimos ese ambiente que nos rodea, si es agradable y confortable o es hostil y dañino, eso dependerá de nuestra capacidad de percepción que cada quien y de manera individual construye para sí mismo. Y la otra forma es la situación del entorno vista de una manera más objetiva, citando a los hechos que suceden de una forma más real al criterio de lo que comúnmente llamamos “normal”.
¿Qué podemos entender por herida emocional?……
Lo que primero llega a nuestra mente es dolor. Físicamente podríamos visualizar una herida en la piel, en nuestro cuerpo, que sangra, que es profunda, que arde y duele, nos paraliza y sobre todo nos impresiona verla y verla sobre nuestro propio cuerpo.
Ahora tratemos de imaginar una herida emocional, seguramente lo imaginaremos algo parecido a la descripción física, ¿pero…..podemos ubicar en que parte de nuestro cuerpo está? …..¿ en que órgano?; en el corazón, en el cerebro, en las piernas, en el estómago, hígado o donde es que podemos encontrarla?.
La herida emocional va ligada mas allá de nuestro cuerpo físico, tiene que ver con el alma, con el ser, lo que se manifiesta a través, de nuestro pensamiento, como son las sensaciones, las emociones y los sentimientos.
Y si es algo que duele, arde y te paraliza, muchas veces las llevamos muy bien guardadas, ocultas, para que no puedan ser vistas por los demás, ya que nos apenaría o socialmente nos haría ser una persona de menos valor o simplemente estar expuestos y vulnerables ante todos.
La herida emocional se creó a través de nuestra percepción y asintiendo con todo nuestro ser.
Se dio en un contexto de tiempo y espacio, en un momento determinado de nuestra vida dentro del proceso de desarrollo.
Esa herida quedó grabada en alguna parte de nuestro ser, y aunque tratemos de negarla u olvidarla sigue ahí. Como decimos, a través de los años, “es una espinita que no me he podido sacar”, que se llega a manifestar en determinados momentos y se repite y se repite, porque no ha sido curada, aún está abierta y tiene sangre y probablemente este infectada y tiene hasta pus. Con esto me refiero a que la hemos cubierto de tierra para no verla.
Las heridas emocionales son más factibles que se desarrollen cuando somos pequeños, durante nuestra infancia, cuando no podíamos entender y comprender del todo lo que son las frustraciones.
Pero el niño que siempre hay en nuestro interior no puede deshacerse del pasado, no puede asimilarlo, no puede perdonar, no puede comprender y aceptar, ese niño crea siempre condiciones similares, tratando de ganar para finalmente controlar la situación en vez de sucumbir a ella.
¿Cómo dejar de recrear una herida emocional?
Primero hay que reconocer definitivamente que es verdadera no es producto de nuestra imaginación, no es una fantasía, ni un mal sueño, para nosotros es real y duele como una herida física.
Las heridas emocionales están llenas de sentimientos y emociones encontradas que no hemos permitido dejar salir como son: la ira, el resentimiento, la ansiedad, la frustración, el miedo, el abandono, la agresión, la menos valía, la falta de aprobación, de llenar expectativas, de coraje, celos, envidia, culpas, prepotencia, impotencia, etc.
Detrás de todas estas reacciones emocionales encontraras la herida de no haber sido amado. Y te darás cuenta de cómo tu mismo contribuiste a causar el dolor actual debido al deseo de corregir la herida del pasado. Al lograr poder ser consciente de las emociones que te impiden crecer y que siguen doliendo, empezarás a dejar atrás el pasado a no cargarlo día a día y te darás la oportunidad de crear un nuevo patrón de comportamiento de vida infinitamente más constructivo, asertivo y sobre todo con amor para ti mismo y para los demás. A lo que nombraremos perdón y el perdón es la sanación interna de tus heridas emocionales.
PSIC. MONICA GARCIA NAVARRO
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