con el uso de un atame consagrado, el día de San Juan, la noche de Samhain o en cualquier noche, cortar un pequeño trozo de madera de fresno europeo de montaña (sorbus aucuparia), cuando la Luna esté en fase decreciente. Pintar en este pedazo de madera el antiguo símbolo egipcio del Ojo de Horus con tinta o pintura azul (desde principios remotos el color azul se ha utilizado como el color que desvía el mal de ojo). Luego de secarse la tinta o la pintura, llevar en el bolsillo, la bolsa de mano o en otra parte el trozo de madera como un amuleto protector.
Otro método mágico para protegerse en contra del mal de ojo incluye dormir con un pedazo de cuerda que tenga nueve nudos debajo de la almohada y el acto de girar sobre sí mismo en siete ocasiones en el sentido de avance de las agujas del reloj.
Este útimo método también funciona bien para romper con una racha de mala suerte, en especial si se realiza durante la fase decreciente de la Luna y se recita la siguiente incantación en ocasión de cada giro:
"Malos augurios y amargura del diablo,
disminuyan y luego cesen del todo
cuando la Luna oscura se desvanezca"