Esta planta que comprende más de 120 especies, crece en todos los climas y lugares, generalmente son plantas que aman el agua y los lugares húmedos.
En la medicina casera es muy apreciada por sus maravillosos poderes curativos como son en los casos de: catarros crónicos de los bronquios (bronquitis), tos convulsiva y asma bronquial, en los casos de granitos, barritos y espinillas, en casos de disentería, diarrea e inflamación crónica del estómago e intestinos, de los riñones, en casos de hemorroides, tumores e hinchazones y en los casos de heridas rebeldes y ulcerosas, en la úlcera de estómago, para curar las amígdalas inflamadas y supurantes; las encías sangrantes y el escorbuto.
USO: Para facilitar la expectoración y combatir los catarros crónicos de los bronquios (bronquitis), la tos, la tos convulsiva y el asma bronquial, se extrae el zumo de llantén, cada copita se mezcla con dos cucharadas de miel de abejas, y se toma por cucharadas cada 3 horas.
Para purificar la sangre y combatir los granitos, barritos y espinillas, para combatir la diarrea rebelde debido a la inflamación del estómago e intestinos (catarro gástrico e intestinal) y para curar la inflamación crónica de los riñones, se prepara en forma de té (infusión) 5 o 6 cucharadas picadas de llantén en un litro de agua y se toma 3 veces por día durante varios días. Siguiendo este mismo tratamiento se curan la úlcera de estómago, del duodeno y las enfermedades del hígado.
En caso de úlcera sangrante, se mezcla cada copita del zumo de llantén con una cucharada de miel de abejas, una copita de zumo de alfalfa y se toma antes de las comidas.
Para curar las hemorroides y disolver los tumores e hinchazones, se hierven durante 5 minutos 50 o 60 gramos de llantén en un litro de agua y con este líquido se aplican fomentos calientes (paños) a las partes afectadas. En caso de hemorroides es preferible sentarse unos 10 minutos sobre este cocimiento.
Para curar las amigdalitis crónicas (supuración y dolor de la garganta), se hierven 5 o 6 cucharadas de llantén durante 5 minutos en medio litro de agua y con este se hacen gárgaras cada dos horas.
Para curar las heridas ulcerosas y llagas antiguas, se hierven 10 a 12 cucharadas de llantén en un litro de agua durante 5 minutos y con este líquido se lava la herida y enseguida se aplican las hojas cocidas del llantén.
En caso de supuración y dolor de oidos, se echan 2 gotitas diarias de zumo de llantén.
Para desinflamar los ojos, los párpados y combatir los orzuelos, se hace hervir durante 5 minutos 6 u 8 cucharadas de llantén en dos tazas de agua y se aplican fomentos (paños) calientes. Previamente se separa un poco de este agua para despues de los fomentos, echar unas gotitas a los ojos. Este tratamiento se hace tres veces al día.
En resumen podemos afirmar que el llantén es una gran planta como purificador de la sangre, desinfectante, expectorante, cicatrizante y desinflamante por excelencia, razones por las que actualmente es una planta muy utilizada en el tratamiento de enfermedades crónicas y con carácter de tipo canceroso.