Para que el dinero llame a tu puerta
Debes juntar muchas monedas de baja denominación, esas que odias cuando te dan el cambio, y riégalas por el suelo de tu casa, en un espacio abierto, jamás por debajo de los muebles.
Cuando vayas colocando las monedas, dí en voz bien alta: “El dinero en el suelo trae dinero a mi puerta”. Repítelo con cada moneda
que vayas poniendo, y cuando termines, repite la frase un par de veces más para que funcione mejor.