¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama? ¡Hombre, que ya

tenemos una edad! Además, suponiendo que haya un asesino debajo

 de la cama, ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes! Muy bien,

 fantástico. ¿Se imaginan que un día nos encontramos a alguien

 debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?:
-Buenas nocheeees... ¿Qué? Asesinando, ¿no?

Tercera:
Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario,

que ya es el colmo. Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor

 dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde

meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro?

Cuarta:

Otra situación. Oyes un ruido raro en casa y te levantas, "temblando

 de miedo", en pijama, y preguntas: -¿Hay alguien? ¿Pero qué crees,

 que si hay alguien te va a contestar? Lo mejor es cuando llegas a la

conclusión de que si hay alguien seguro que se esconde detrás de la

puerta del cuarto de baño, y ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco,

 más que nada para que si hay alguien, te dé a gusto. ¡Ay!

 Quinta:

Vas en un coche y, de repente, el conductor empieza a correr como

 si fuese Carlos Sainz, pero sin Carlos y sin Sainz, y tú temblando.

 ¿Qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la asa de plástico

 que hay encima de la puerta! Ya se puede estampar si quiere, que tu

vas cogido a la asa... 

 Sexta:
Cuando nos van a poner una inyección, ¿qué hacemos? Poner el brazo

 tan duro que la aguja rebota!! Es que hay que ser ¿eh? Sabemos que

 duele más, pero no podemos evitarlo.