AQUÍ ESTOY...
Aquí estoy, Señor, como un grano de arena en el desierto.
Aquí estoy, Señor, a pie descalzo en tu espera.
Aquí estoy, Señor, con el corazón abierto a la escucha.
Aquí estoy, Señor, buscando paz en tu respuesta.
Aquí estoy, Señor, con el corazón abierto de par en par, para que tu luz llene
mi hogar con tu presencia.
Quiero estarme en gratuidad contigo aquí y ahora, atenta a tu palabra en la
que estás vivo y presente.
Quiero unificar mi ser contigo para ser generosa y poner en tus manos el
pan y el pez de mi cesta.
Quiero unir mi vida a la tuya, Señor del alba, al rescoldo de las brasas, después
de la fatigosa pesca.
Dame un corazón humilde que camine en la luz.
Un corazón, Señor del alba, que rompa el cerco de mi egoísmo y orgullo, de mi yo,
y se abra en amistad y amor generoso.
Dame un corazón humilde, Señor-Jesús, que la verdad, haga verdad en mi vida
y a la luz de tu proyecto.
Dame un corazón humilde, que se sienta pobre, nada, ante tu
inmensidad de Dios. Amén.
***
(Oración del pobre)