QUE LLUEVA, QUE LLUEVA...
Que llueva una cascada de ternura
de bondad y de nobleza
y de dignidad humana
sobre la tierra yerma
que linda con el campo
y la esperanza seca.
Que caigan chaparrones de ideales
que curen la ceguera
de enfermos descreidos
tocados por la lepra
de horizontes cerrados
y voluntades muertas.
Que caigan aguaceros de esperanza
que rompan las compuertas
de los diques del odio
y se inunden las vegas
de fervientes deseos
de concordia fraterna.
Que el agua milagrosa de la nubes
remueva la conciencia
de apóstoles traidores
a una ilusión pacífica y serena
alumbre manantiales
con surtidores de espenazas nuevas.
(Rafael Sanz Sanz)
*Fondo por Vainica*
|