MELCHOR, GASPAR Y BALTASAR
En la noche del 5 de enero, tres magos cargados de regalos
entran en las casas de niños de todo el mundo para obsequiar
a quienes han sido buenos. La llegada del día de Reyes es
esperada por muchos con gran impaciencia, pero para otros
sin embargo, simboliza el fin de las Navidades y por tanto de
las vacaciones. La vuelta al cole, al trabajo, a la rutina diaria
que se abre paso tan sólo un día después de esta fecha: 6 de enero.
En cuanto a la figura de los Reyes Magos la Iglesia del siglo I
relaciona estos personajes como hombres grandes y cultos,
posiblemente reyes de naciones, que adoraban a Dios.
En un principio, los Reyes tuvieron el carácter de magos y eran
caracterizados con el gorro frigio de los sacerdotes del
dios persa Mitra. Como la astrología estaba prohibida, la Iglesia
consideró a sus figuras como de duda reputación y se les
cambió la vestimenta: se les colocó coronas reales a
la usanza latina.
Melchor, Gaspar y Baltasar
A partir del Siglo XIII fueron incorporados los nombres de
Melchor, Gaspar y Baltasar para designar a los tres Reyes Magos,
gracias a un poema aparecido en España y que fue titulado
El auto de los Reyes Magos.
Aunque en un principio los Reyes Magos eran de raza blanca,
desde el Siglo XVI, en todas las representaciones se le otorgó
a Baltasar la raza negra. Melchor es descrito ya como un
anciano de barba blanca y Gaspar como un joven rubio. Se
cree que esta diversidad ha podido ser utilizada en el curso de
los siglos para simbolizar la universalidad del cristianismo.
La adoración
En cuanto a su identificación con el camino hacia el nacimiento
del Niño Jesús y su correspondiente ofrenda al pequeño, la
figura de los Magos como tal, representa la encarnación de lo
sagrado en cada hombre. Asimismo, los regalos u ofrendas al
hijo de Dios tienen también una simbología muy clara: el incienso
representa la purificación de las almas; la mirra, la luz a seguir,
y el oro se asocia con la inteligencia divina.
También se ha identificado a los Reyes Magos como
representantes de la Santísima Trinidad, para lo cual,
sus obsequios simbolizaban cosas muy distintas: el oro provenía
del Padre, la mirra del Hijo y el incienso del Espíritu Santo.
Los astrólogos modernos, en cambio, interpretan los presentes
de los Reyes Magos del siguiente modo: "oro por el Sol (reyes),
incienso por Júpiter (dios supremo) y mirra por Saturno
(regente de la muerte).
Regalar juguetes
La tradición más querida por grandes y niños en las Navidades de
todos los países de habla hispana es la de los Reyes Magos. Algo
de beber y de comer para Melchor, Gaspar y Baltasar, y
agua para sus camellos, son tareas de las que los pequeños
de la casa no se pueden olvidar la mágica noche del 5 de enero.
A la mañana siguiente multitud de regalos inundan el salón de
la casa y los platos y copas de los Reyes están vacíos, así
como los de los camellos. Los chicos empiezan a jugar con sus
nuevos juguetes y a esperar ansiosos a que llegue el próximo 5
de Enero en el que verán de nuevo cumplidos sus sueños.
La tradición de regalar juguetes a los niños parte de hace poco
más de un siglo y conmemora la fecha en la que los Reyes
Magos llevaron los regalos al Niño Jesús. En muchos lugares los
niños tienen la costumbre de hacer cartas a los Reyes Magos
donde les expresan lo bien que se han portado durante el año,
y así les indican los obsequios que quieren recibir el día de
Reyes.
Antes los regalos eran simbólicos y podían no existir en las
clases humildes. Solían ser golosinas, adornos y prendas de
vestir. Ahora los Reyes regalan libros, vestidos y
sobretodo muchos juguetes.
(Texto de la red)
*Fondo por Vainica*
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