Un amigo se encuentra con otro y le pregunta:
- ¿No estabas en trámite de separarte de tu mujer? ¿Cómo te fue con ese problema tan complicado por el enorme patrimonio que tenéis y además por los niños? ¿Lograste algún acuerdo con tu mujer?
El divorciado le responde:
- La cosa resulta bastante fácil porque conseguí un gran abogado, un poco costoso, pero muy efectivo que llevó el tema a las mil maravillas.
- ¿Logró la separación de bienes? ¿Qué pasó con los niños?
- Mira, te explico: Por sugerencia de mi abogado, acordé con mí ex mujer que quien se llevara la mayor parte del dinero también se haría cargo de los niños.
- Me parece un acuerdo muy sensato. ¿Y quien se quedó con el dinero y los niños?
- ¡Pues el abogado!