Cuando el médico interroga al paciente sobre el motivo de la consulta, éste le contesta:
—Tengo una tos perruna.
—¿Y cómo anda de apetito?
—Como un león
—¿Sigue trabajando?
—Como un burro
—¿Duerme bien?
—Parezco una marmota
— ¿Por qué no lo hacemos más sencillo y va a ver a un veterinario?
Un hombre llama por teléfono al consultorio del médico:
----Doctor, mi suegra tiene la lengua morada
y hace gestos horribles.
-----Traigamela en seguida!
-----Muy bien. La descuelgo del arbol y se la llevo.