Cada 4 segundos un ser humano muere de hambre; 24.000 en la mañana y 9 millones al año. En el mundo, 815 millones de personas sufren de hambre, sin embargo se disponen recursos para alimentar 12.000 millones de personas.
1.5 millones de la humanidad no dispone de agua potable y serán 5 millones en 15 años. Este cada 3 segundos un niño morirá por su desnutricion en la extrema pobreza; en Europa 7 niños de 10 llegaran a la edad adulta, en afganistan uno de cuatro no llegará a los 5 años de edad.
Según el informe anual de la FAO sobre el hambre: El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo , el hambre y la malnutrición producen un enorme sufrimiento a las personas, por su causa mueren más de cinco millones de niños al año, y tiene un costo para los países en desarrollo de miles de millones de dólares por la pérdida de productividad y de ingresos nacionales.
"Cada año, más de 20 millones de lactantes nacen con insuficiencia de peso en el mundo en desarrollo", informa la FAO. Estos bebés corren más peligro de morir en la infancia, y aquellos que sobreviven a menudo padecen discapacidades físicas y mentales durante toda su vida.
La FAO señala que es lamentable lo poco que se hace para combatir el hambre, si bien los recursos necesarios para evitar con eficacia esta tragedia humana y económica son minúsculos en comparación con los beneficios de invertirlos en esta causa.
El informe añade que si no hubiera que pagar los costos directos de los daños producidos por el hambre, habría más recursos para luchar contra otros problemas sociales. "Una primera estimación sugiere que estos costos directos suman un total de aproximadamente 30 000 millones de dólares al año, más del quíntuplo de la cantidad comprometida hasta la fecha para financiar el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria."
Además, también están los costos indirectos de la productividad y los ingresos perdidos. Por ejemplo, el informe indica que tolerar los niveles actuales de malnutrición infantil se traducirá en pérdidas de productividad e ingresos durante la vida de estas personas que ascienden a entre 500 mil millones y un billón de dólares al valor de hoy.
Es una ironía, añade el informe, que los recursos necesarios para afrontar el problema del hambre sean pocos en comparación con los beneficios que produciría invertirlos en este causa. Cada dólar invertido en la lucha contra el hambre puede multiplicarse por cinco y hasta por más de 20 veces en beneficios.
Org. ONU para la agricultura y la alimentacion