Ni el más indicado. Ni el mejor momento. Ni las mejores circunstancias. Ni sombra de lo que fuimos. Ni ganas de que ocurra. Ni miles de excusas que pudiera inventarme. Pero yo...
Por alguna extraña circunstancia. Por alguna alineación planetaria. Por el hilo rojo del destino. Por simple y puro azar. Por vaya usted a saber qué. Por mil motivos más que pudiera encontrar. Pero tú...