El secretario general del CSA, Zahi Hawas, coincidió con Abdelaziz en destacar la importancia del descubrimiento, al recalcar que "no existe en nuestros museos ningún cuerpo pintado de esa forma y con esos llamativos colores".
La momia, que fue encontrada junto a la pirámide de Teti, primer soberano de la VI dinastía (2322-2130 a.C.), está engalanada con una máscara de oro y un conjunto de imágenes pintadas que representan a los dioses Jeber, Horus, Maet, Anubis y Osiris.
El cuerpo será sometido a exámenes radiológicos para tratar de determinar el sexo y el puesto que ostentaba el muerto, además de intentar conocer más aspectos de la última dinastía faraónica que gobernó Egipto, reveló Abdelaziz.
En las mismas excavaciones fueron descubiertas las puertas "falsas" de dos tumbas de altos responsables de los faraones Pepi I y Meremré, de la VI dinastía, precisó Hawas.
La primera puerta, construida de piedra caliza, fue localizada en el enterramiento de un dignatario identificado como Ayu Iip, que trabajaba como escriba de los trabajos de construcción de las pirámides de los faraones Pepi I y Meremré.
El mismo personaje era el inspector del templo del faraón Pepi II, en el que se ocupaba también de la contabilidad de las ofrendas, mientras que la segunda puerta, también en piedra caliza, pertenece a la cripta del juez, y asimismo escriba, conocido como Jont Ka.
Las puertas ficticias, según la creencia faraónica, eran para que el alma del difunto se comunicara con la vida que continuaba en el exterior de las criptas.
En el mismo lugar de los hallazgos se descubrió por ultimo un conjunto de vestigios arqueológicos relativos a enterramientos que datan del Imperio Antiguo (2354-2130 a.C.).
Saqara es el nombre de la gran necrópolis de la ciudad de Menfis, antigua capital de Egipto, y es famosa por la pirámide escalonada de Zóser, la primera conocida.
Esa pirámide, construida mediante la superposición de seis mastabas, es precursora de las de Keops, Kefren y Micerinos, situadas en la planicie de Giza, en las afueras de El Cairo y se considera obra del científico y arquitecto Imhotep, que ha pasado a la Historia como el inventor de las pirámides.
Tras desatarse la fiebre por la egiptología a fines del siglo XIX, la necrópolis de Saqara se ha convertido en fuente inagotable de descubrimientos arqueológicos y figura como escala ineludible en todas las rutas turísticas del Egipto faraónico, según el sitio digital 20 minutos.