De quince a veinte es niña; buena moza de veinte a veinticinco, y por la cuenta gentil mujer de veinticinco a treinta. ¡Dichoso aquel que en tal edad la goza!
De treinta a treinta y cinco no alboroza; mas puédese comer con sal pimienta; pero de treinta y cinco hasta cuarenta anda en vísperas ya de una coroza.
A los cuarenta y cinco es bachillera, ganguea, pide y juega del vocablo; y cumplidos los cincuenta, da en santera,
y a los cincuenta y cinco echa el retablo. Niña, moza, mujer, vieja, hechicera, bruja y santera, se la lleva el diablo.