El vagabundo demente
(Por: Ángela Salas)
Hoy baje al centro de la ciudad, y en la calle me topé con una persona que venía peleando con alguien que solo existe en su imaginación, él le tiraba de golpes y le maldecia, luego simulaba llevar una espada y le tiraba con ella a ese ser imaginario, pues Yo nunca vi al rival de esa persona, ya que su adversario solo existe en su imaginación.
Ver al tipo pelear con un ser ficticio me hizo reflexionar...
Los religiosos hablan con un ser que solo existe en su imaginación, le lloran, le suplican, le cantan y le adoran... ¿No será demencia colectiva?
La única diferencia entre el vagabundo y ellos es que estos últimos tienen trabajo, casa, vida social, o al menos eso quiero pensar.
Alguien que habla con alguien que no existe, alguien que le canta a alguien que no existe, o que le pide a alguien que no existe... Es porque de alguna forma no está bien de sus facultades mentales.
Alguien que cree que en los cielos habita un ser que no existe, y que aparte tiene un ejército que le alaba... Es porque su libro sagrado le ha dañado sus facultades mentales.
Alguien que cree que en el cielo hay una guerra entre dioses, ángeles y demonios que no existen... Es porque su libro sagrado le ha dañado sus facultades mentales.
Alguien que te dice que te tienes que someter a un dios que no existe, o que de lo contrario serás aniquilado... Es porque su libro sagrado le ha dañado sus facultades mentales.
Algunos religiosos hasta se dañan su propio físico, otros le hacen daño a sus semejantes (porque su libro se los ordena), otros más visten, pasean y le cantan a muñecos que no tienen vida, así sucesivamente.
La Torah, Tanaj, Biblia les daña las facultades mentales a sus adeptos, algunos logran recobrar la cordura y desechar ese libro de mitologías, aberraciones y mentiras.