REFLEXIONES SOBRE LA MUERTE
Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia por lo
que la muerte nos hace pensar de la vida.
La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos
los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí
que nos los roba muchas veces y definitivamente.
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras
somos, la muerte no es y cuando la muerte es,
nosotros no somos.
A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones
en un mismo ataúd.
La muerte es una vida vivida. La vida es una
muerte que viene.
La muerte es una quimera: porque mientras yo existo,
no existe la muerte; y cuando existe la muerte,
ya no existo yo.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe
tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más
solemne, más importante, más fecunda y alegre.
El día de tu muerte sucederá que lo que tú posees en este
mundo pasará a manos de otra persona. Pero lo que tú eres
será tuyo por siempre.