-Imagino-
Imagino el verte con alas, y cruzando el azul del cielo;
imagino el ver tu semblante, fino como el terciopelo;
textura de piel de ángel; bonita como las estrellas;
imagino el ver tu sonrisa, como la de feliz doncella.
Como brotan las flores en primavera, así son tus modales;
de una finura tal, como el aire de tus andares;
coqueta, sensible, sensual; con desparpajo en los ojos,
como de águila real; que lo dominas todo;
todo; lo que deseas y más.
Con tu piel blanca de nieve, como diosa del Olimpo;
sedosa, suave y hermosa, como flor de los jardines de Corinto.
Dulzura de pocos años; y picardía de los vividos,
calor del amor que profesas, al que tú has elegido.
Solo yo; te veo ensueños. Solo tú eres mi castigo;
solo yo me rindo a tus pies, solo tú; perturbas mi sino.
Solo yo; solo en mi soledad,
tiéndeme tu mano, para yo poder soñar;
para que seas mía, solo hasta el despertar;
donde uniría mi sueño hasta pasar la eternidad.
Imagino que se funden, los mares con los cielos;
imagino que se funden estrellas con luceros;
imagino que se funden, los verdes campos al desierto;
formando un paraíso, de color vivo muy intenso.
Imagino verte señora y, dueña del universo;
imagino como los ríos, bañan tu cuerpo terso,
y te da la suavidad, que se encuentra en la ternura del pétalo;
del pétalo y de las plantas, que envidian tu piel de reina.
Eres criatura; la sal de la Tierra; eres niña paz y guerra.
Eres Sol que calientas los cuerpos;
como la brasa que mantiene el fuego.
Nunca serás la nieve; que construyas el corazón de hielo.
Simpática, dulce, agradable y picarona, comprensible, tierna;
mejor madre y señora.
Buen humor, buen talante, lleno de amor,
se refleja en tu semblante; poder conseguirte,
es dar paso de gigante.
De gigante que se hace pequeño, al ponerse a tu lado;
que haces sombra a todos; y a mi, que te he deseado.
Por eso mejor te imagino; viéndote cruzar el Cielo.
Pues si me atrevo a mirarte; puedo quedarme de "hielo".
Domingo Ouviña San Isidro.@
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