-Miedo-

 

 

Miro al cielo y te temo naturaleza;

cuando muestras tu fuerza,

tras el rayo con su luz;

después del trueno con su voz;

 arrastrando  el viento con su furia,

la corriente del rio, que vá creando erosión;

en la tierra que yo crezco,  labrándola con pasión.

 

Miro al mar enfurecido, y las olas con talante embravecido;

con manto blanco de espuma, que cubre todo de bruma;

y rompe contra las rocas, las maderas, de las pocas  barcas;

que salen a buscar el pan.

 

Es cuando me ahoga la pena, y el orgullo no me llena;

porque no soy nada ante ti.

 

Soy; un minúsculo soplo  de vida que mora en el universo;

y ante todos me crezco,  por una insignificante acción.

 

Pienso que más cosas hay en el mundo;

que  necesitan del amor más profundo y de la total abnegación.

 

Antes de temer al rayo; debo temer al "caballo";

que mata tanta juventud.

 

Antes de temer al trueno; debo de temer al veneno;

de las gentes que generan violencia, y humillan a la humanidad.

 

Antes de temer al viento; debo de temer los lamentos;

de niños y gentes inocentes que viven en la precariedad.

 

¿ Puede que nos duela el alma, y disfrutemos de la calma?

viendo alrededor tanta ansiedad. ?

 

Tampoco nos mueve la pena, que cae como condena;

a los pueblos faltos de solidaridad.

 

Conque fuerza se asolan; con torturas y tormentos;

Quizás, con más violencia que el viento;

destrozando  la ilusión de aquellos que apenas han nacido y

victimas son de la ambición;

soportando guerras que crean con destreza;

y destruyen más  que las fuerzas de la naturaleza; 

en nombre de la patria y de la paz.

 

Parecería esto un examen de conciencia;

que me hierve en las entrañas, cuando se pregona la paz;

de muchos consumistas; en lo que se llama navidad.

 

Se derrocha, se malgasta y nos sentimos molestos;

Cuando; mostrándonos  susesos nos hablan de solidaridad.

 

!! Que obras son amores!!.

Seamos solidarios y enterremos los rencores...

Que solidaridad sea la palabra que se le agregue  a la paz.

 

Paz; que merecen, marginados, desvalidos;

corazones solitarios y casi toda la humanidad.

 

Deseemos la paz de corazón y con anhelo;

aunque tema a la naturaleza;

y a la humanidad le pierda el " Miedo ".

 

 

 

Consumismo en Navidad. Sin tener en cuenta la grave precariedad, actual.

 

 

Cádiz a 30 de Diciembre de 1995.

Domingo Ouviña San Isidro.

 

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