Quisiera hoy
Quisiera hoy ver tu cara;
con rostro de tez morena;
quisiera que tu sonrisa;
no la cubra tu melena.
Quisiera hoy ver tus ojos;
que brillan por la pena;
quisiera que amases a la vida;
sin verla, como condena.
Sé que tienes el frescor;
del aroma de la yerbabuena;
quiero oler tu alegría;
sin que a tu alma; la ahogue la pena.
Son las rosas, hermosas flores;
que las defienden sus espinas;
aunque a veces se desprotejan;
del alma engañosa y mezquina.
Esas espinas se clavan;
a pesar de que la rosa es bella;
se confian de los pájaros;
que pueden acabar con ella.
La cortan; y dan su belleza;
la arrancan; y dan su color;
y una vez que adornan la solapa;
la abandonan, en cualquier rincón.
Pasa; que las rosas bellas;
asoman en otra primavera;
las almas que con amor se dan;
las pueden despedazar; las fieras.
Haz, como hacen las rosas;
que mueren con dignidad;
y espera otra primavera;
que con fuerza vivirás.
Sé, que levantarás tu alma;
sé, que te queda por vivir;
no regales más tu corazón;
y pronto; serás Feliz.
Cádiz a 18 de diciembre de 2006.
Domingo Ouviña San Isidro.@
Reservados todos los derechos