Me palpita el corazón, cuando pienso en lo que anhelo,
Entre montañas nevadas me arremolina el silencio,
Me acompaña entre el paisaje un rumor del pensamiento,
Cuando en la vera del mundo, voy cantando entre mis versos.
Cuando la sangre gitana que reina en mí, como el viento,
Me lleva haciendo piruetas y aplacando mis tormentos,
Trato de ver en mis sueños, entre caídas e intentos,
Conservando el equilibrio, entre grietas y recuerdos.
Intimidé la nostalgia de sentirme un ser sensato,
Entre montañas de miedo que intimidó mi retrato,
Para no ser el payaso que esconde sus fantasías,
Entre amores escondidos y entre sueños ignorados.
Bordé de historias pasadas los idilios con mis hadas,
Cambié mi rumbo sencillo, para ser un paisajista,
Mordí el orgullo sin rimas y arrastré mi andar en vilo,
Hacia nuevos ideales que bordeaban mil caminos.
¡Como es la vida del circo!, este circo que entre almohadas,
Me inclina más peregrino, hacia guerras sin nostalgias,
Caduca el sueño del hombre solamente con la muerte,
Que viene sin avisarnos para ignorar las hazañas.
Carretera sin camino que gira en cada ladera,
Es la vida que se altera en cada beso y abrazo,
Como un sublime espejismo que arranca sin más atajo,
Cada minuto que el día nos entrega por regalo.
Como en circo de tres pistas, nos toca sortear el vuelo,
Entre enanos y gigantes, entre ricos y mezquinos,
La vida nos estremece cuando asoma el sentimiento,
En cada lágrima viva, en cada amor que florece...
Entre llantos y silencios, entre amarguras y risas,
Simplemente nos forjamos, a vivir nuestra aventura,
Al vivir con nuestro sueños, al vibrar con nuestras lunas,
Entramos en el idilio de un paraíso sin prisas.
Saboreando los detalles que la vida que nos depara,
Entre el suspiro del aire y al calor del fuego vano,
Podemos dejar el miedo y acercarnos al silencio,
para entregarnos de nuevo, a ser felices y humanos…