Dias que lucen claros;
en noches de tempestades;
que rompen las caricias;
unos rayos celestiales.
Indican que la tormenta;
entra en su apogeo;
No se oyen los truenos,
en la noche del deseo.
Solos tu y yo;
entre la tempestad y la ola;
solos en nuestra confesion;
en la oscuridad de una alcoba.
Como locos enternecidos;
hastios de pasión encendida;
ombligos del mundo somos;
como rosas que culminan.
Hartas de esparcir su aroma,
efluvios que cautivan;
todos los perfumes suaves;
en las amantes queridas.
Donde se cultivan estas flores,
áridos jardines blancos;
nuevos brotes erguidos;
Al cielo alzan sus tallos.
En dias que lucen claros;
en noches llenas de serenidad;
hoy me siento calmado;
hoy; es mi habla realidad.