El amor no es solo fornicar
Sino llenarse íntimamente de ti,
Tu mi pareja, mi enamorado,
Mi novio, mi príncipe,
Mi hechizo y el sendero, de mi vida.
Eres la luz de mis ojos,
La carne que mi cuerpo ansia,
El agua que mi boca anhela,
La caricia embriagadora de mis noches,
Te pienso así ardiente y desnuda.
Con hojas calientes y apacibles,
Queriéndote atraparte cada vez más.
Así me tienes, así estoy.
Libre e inquieta,
Susurrante y apasionadamente,
Solo por ti,
Al verso ya le dije no me importan
Las rimas, solo escribir poesía,
Sabes, de estas cosas no se,
Pero si de amore me hables,
Esas palabras afables si te enseñare.
Para amarte más nací, para hacer flores,
Los versos nuevos, la estación florida,
La música nueva que se tiende en letras
Pero sobre todo para amarte más
Escribo versos,
Por tus ojos, me anhelo perder
Solo por esos senderos
Que son mi bien.
Que son la vida eterna de mi alma,
De niña.
Inquieta y risueña,
Rebelde como las hojas del otoño,
Tierna como la seda, si me amas,
Como espina si me dañas,
Pero por ti que seré,
Vida mía, un verso o un papel,
Ya he dicho yo no se escribir versos,
Solo se amarte más,
Hasta perderme en tus ojos bellos,
Que son mi vida, que son mí sentir y latir,
Es decir mi país mágico, mi mundo.
Diana Lizeth Benites Meneses.