Miro a mi bahía sereno;
bajo un cielo con nubes y azul;
veo sus aguas tranquilas;
Como un gran záfiro azul.
Tiene vida mi bahía;
la mires por donde quieras;
las barcas pescan tranquilas;
y el horizonte dibuja riberas.
Riberas que muestran orgullosas;
las rubias, arenas de mis playas;
y si miras para la alameda;
vés; la fuerza de sus murallas.
Murallas que protegieron;
a Cádiz del invasor;
pero hoy en día son fuertes;
donde anida el gorrión.
Aguas plateadas y azules;
que mecen a los barquitos;
ningún pintor podría;
plasmar, a este Cádiz bonito.
Los cuadros habría que pintarlos;
con el agua, y la sal de la mar;
y cojer en la mano el pincel;
como; se coje a una mujer al amar.
Que bonito es mi Cádiz;
y que bonita mi bahía;
que bonitas sus mujeres;
con aroma de flor nacidas.
Como huele mi Cádiz;
a jazmin y a yerbabuena;
parece oir en el mar;
el canto de las sirenas.
Pero es; en el fondo el choque;
de las "cañaillas con las caracolas";
que hacen que en mi bahía;
no se enfurezcan las olas.
Olas que no se forman;
y; no nos producen inquietud;
solo disfrutamos del encanto;
de sus rizos y el azul de la luz.