Hoy se cumple un año;
que la muerte acechó;
a casi doscientos seres humanos;
víctimas del terror.
Víctimas; de un hecho execrable,
sin ninguna justificación;
víctimas, de gentes sin almas,
que dicen; luchar por su nación.
No hay nación, ni siquiera merezca;
en sacrificio una muerte;
no cabe, religión ni banderas,
que pidan; la sangre de inocentes.
Son partidas de gentes;
sin escrúpulos y criminales;
que se ceban en la muerte con rabia;
con corazón de cristales.
Son jaurías de hienas;
no dignos, de llamarse humanos;
son gentes que siembran la muerte;
y cubren de sangre sus manos.
Sangre de gentes inocentes;
que mueren en el anonimato;
que no sirve para doblegar;
el corazón, de unos cuantos.
Es sangre vertida;
en el mayor de los dolores;
es sangre, que no cierra heridas;
y abre; odios y rencores.
Son muertes que se dice; !! basta ya ¡¡,
y nunca; se llegan a evitar;
recordemos en este día,
a la sinrazón; y que venza la PAZ.