ULTIMA RIMA
He soñado en mis lúgubres noches en mis noches tristes de penas y lágrimas, con un beso de amor imposible, sin sed y sin fuego, sin fiebre y sin ansias.
Yo no quiero que el deleite que enerva, el deleite jadeante que abraza, y me acusan de hastío infinito los labios sensuales que besan y manchan.
¡Oh mi amado! ¡Mi amado imposible! Mi novio soñado de dulce mirada, cuando tu con tus labios me beses bésame sin fuego, sin fiebre y sin ansias.
¡Dame el beso en mis noches, en mis noches tristes de penas y lágrimas, que me deje una estrella en los labios y un tenue perfume de nardo en el alma!.
Juana, Borrero
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