ERGUIDA FLOR
De ti se nutren todas mis raíces: me nutro de tu voz, de tu mirada y de ti, porque vivo enamorada de lo que piensas y de lo que dices.
La carne triste y los cabellos grises iremos al final. La llamarada de nuestra gran verdad, será olvidada cuando yo muera o cuando tú agonices.
El tallo, la raíz, la flor, el fruto, fueron savia de amor que en un minuto para nosotros maduró la vida.
Sin sombra, sin frescura, al sol y al viento, porque en tu propia savia me sustento, soy una flor al infortunio erguida.
Dora Castellanos
|