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General: La mentira...
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Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: ©Anita Maria©  (Missatge original) Enviat: 10/04/2010 07:22

Para algunos, mentir se ha convertido

en un estilo de vida.

Sin advertirlo, han creado una red tan compleja de información

 falsa, que ya no saben como escapar del enredo y hallar la verdad.

Es probable que la mentira produzca cierta

 fascinación en los niños.

Además de aprender a evitar los regaños, pueden construir

un mundo fantástico a su tamaño y engatusar a los demás.

Y de allí puede surgir un inocente "jugar a engañar" que,

 al ver las ganancias potenciales, se convierte en hábito.

Con la mentira podemos llamar la atención

y producir admiración.

Poder ficticio, pero poder al fin.

Los mentirosos sostienen que aunque el deslumbramiento

no es legítimo, de todas maneras lo disfrutan bastante.

Su posición es clara e implacable: la mentira como

un instrumento para obtener ganancias secundarias.

También mentimos para huir de

 las obligaciones asumidas.
Podemos enfermarnos, o inventar una calamidad doméstica

 o hallar un chivo expiatorio en nuestra imaginación.

Otra vez el provecho, a través de una falsificación

que no siempre es delito y que produce alivio.

A veces, pareciera no existir antídoto contra esta tentación.

¿Quién no ha mentido alguna vez? Aunque se trate de

mentiras piadosas (justificadas en la intención de no

 producir un daño innecesario), ¿Quién

tira la primera piedra?

Las mentiras frecuentes pueden originar, al menos,

dos problemas de consideración.

El primero, cuando se vuelve costumbre y se repite mecánica

 y sistemáticamente, sin mucho sentido: embaucar por embaucar.

Ya ni sabemos por qué lo hacemos.: mentirosos crónicos,

 megalomanía comportamental pura.

Y el segundo, cuando llegamos a creernos el cuento y

 a confundir verdad con embeleco.

Adoptamos una forma de autoengaño donde la existencia

 real y fantaseada se entremezcla peligrosamente.

No sólo terminamos siendo víctimas de nuestro propio invento,

 sino que además somos víctimas felices.

Esta farsa continua y autodirigida, obra como una píldora

de "éxtasis", una megalomanía existencial que nos hace sentir,

 irracionalmente, más ligeros del equipaje.

¿Qué pasaría si desde hoy, sin excusas ni amagues, decidiéramos

mostrarnos como en verdad somos y asumiéramos el riesgo

de hacernos públicamente responsables de nuestras

acciones, pensamientos y afectos?

¿Generaríamos tanto rechazo como creemos?

Dejar de mentir es un alivio.

Sin máscaras, el rostro se ve mejor, más relajado.

Ya dejaremos de vernos tan perfectos comos hemos querido

 aparentar, pero al menos auténticos.

Deben ser muy pocos los que nunca han mentido, si los hay.

De todos modos, puedes al menos ser veraz sobre los

rasgos que te definen en esencia, y que no podrás disimular

o enmascarar, sin sentirte traidor de tus propias causas.

 

 

 

 

 

 

 

 



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Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: Scarlata901 Enviat: 11/04/2010 00:15
Sabio mensaje!! que penita mentir por decir mentiras!!
Gracias  Anita por compartirlo, ojala este escrito ayude a los mentirosos/as
a reflexionar!


 
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