Las Cuatro Estaciones De La Vida
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Usted ya notó la perfeição que existe en la naturaleza?
Una prueba incontestável de la armonía que rige la Creación.
Como en un poema cósmico, Dios rima la vida humana
con el ritmo de los Mundos.
Al nazcamos, es la primavera que eclode en sus perfumes y colores.
Todo es fiesta. La piel es viçosa.
Cabellos y ojos brillan, la sonrisa es fácil.
Todo traduce esperanza y alegría.
Delicada primavera, como los niños que encantan los en el
ojos con su gracia.
En esa época, todo parece sonreír.
Ninguna preocupación perturba el alma.
La juventud corresponde al auge del verano.
Estación de calor y belleza, bendecida por las lluvias ocasionáis.
El sol calienta las almas, se renuevan las promesas.
Los jóvenes creen que poden todas las cosas, que harán
revoluciones en el Mundo,que corregirán todos los errores.
Traen el alma calentada por el entusiasmo.
Son impetuosos, vibrantes.
Sus impulsos fuertes también pueden ser pasajeros...
Como las tempestades de verano.
Pero la vida corre célere.
Y un día – que sorpresa – la fuerza del verano ya se fue.
Una mirada al espejo nos muestra rugas,
los cabellos que comienzan la embranquecer,
pero también apunta la mente trabajada por la madurez,
la conquista de una visión más completa sobre la existencia.
ES la llegada del otoño.
En esa estación, la palabra es plenitud.
Otoño remite a una época de reflexión y de profunda belleza.
Sus paisajes inspiradoras - de hojas doradas y cielos de colores increíbles
– traducen bien ese momento de nuestra vida.
En el otoño de la existencia ya no hay la ingenuidade
infantil o el ímpeto incontido de la juventud, pero hay sabiduría
acumulada, experiencia y mucha disposición para vivir cada momento,
aprovechando cada segundo.
Finalmente, un día llega el invierno.
De más inquietante de las estaciones.
Muchos temen el invierno, como temen la vejez.
ES que olvidan la belleza misteriosa de los paisajes cubiertos de nieve.
Época de recolhimento? En parte.
El invierno es también la época del reparto de experiencias.
Quién dije que la vejez es triste?
Ella puede ser calorosa y feliz, como una noche de
invierno delante de la lareira, en la compañía de los seres amados.
Vejez también puede ser chocolate caliente, sonrisas gentis,
lectura sossegada, generosidade con hijos y netos.
Basta que no se deje que el frío enregele el alma.
Felices seremos nosotros se aprovechemos la belleza de cada estación.
De la primavera llevemos por la vida entera la
espontaneidade y la alegría.
Del verano, la leveza y la fuerza de gana.
Del otoño, la reflexión. Del invierno, la experiencia
que se comparte con los seres amados.
El mensaje de las estaciones en nuestra vida va además.
Cuando pensar con tristeza en la vejez, aleje de inmediato esa idea.
Acuérdese que después del invierno surge nuevamente la primavera.
Y todo recomenza.
Nosotros también recomenzaremos.
Nuestra trayectoria no se resume al fin del invierno.
Hay otras vidas, con nuevas estaciones.
Y todas inician por la primavera de la edad.
Después de la muerte, ressurgiremos en otros planes de la vida.
Y seremos plenos, seremos bellos.
Basta para eso amar.
Amar mucho.
Amar las personas, las flores, los bichos, los Mundos que giran serenos.
Amar, finalmente, la Creación Divina.
Amar tanto que la vida se transforme en una eterna primavera.
Momento Espírita.