Te doy gracias por cada instante
Dios de bondad, te doy gracias por todo cuanto
me has regalado.
Me has otorgado muchas capacidades.
Me has dado este cuerpo en el que mi alma
habita gustosa, en el que tú mismo has puesto
tu morada. Con él puedo alegrarme, puedo amar,
pero también trabajar y hacer deporte.
Me has regalado personas buenas.
Me has enviado siempre en el momento oportuno
una persona que se ha convertido para mí en un ángel
y que me ha ayudado en mi camino.
Tú me has acompañado en mi camino, aun cuando a veces
no te sintiera o no me haya abierto demasiado a ti.
Te doy gracias por cada instante. Pues en cada instante
estás junto a mí. En cada instante quieres obsequiarme
con encuentros que me conmueven, con palabras que me
muestran el camino, con una mirada que abre mi corazón.
Te doy gracias por haberme creado tal como soy,
única e irrepetible.
Me has llamado para expresar algo de ti en este mundo,
algo que sólo a través de mí se puede expresar.
Te doy gracias por esta vida, por cada instante
en el que puedo respirar, sentir, amar, alegrarme.
Te doy gracias porque estás junto a mí y me aceptas
incondicionalmente.
Te pido que sepa yo ir agradecida por la vida
y que, en virtud de mi agradecimiento, también las personas
que me rodean abran los ojos al misterio de su vida. Amén.