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La sensibilidad es una exquisita cualidad del alma y ayuda al ser humano a ser mas humano.
☆
Se requiere sensibilidad para comunicarse con las personas de corazón a corazón, y experimentar indulgencia, compasión y benevolencia.
Se requiere sensibilidad para comunicarse con las personas de corazón a corazón, y experimentar indulgencia, compasión y benevolencia.
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La sensibilidad enriquece y enaltece, humaniza y nos hace amables y sensitivos.
La sensibilidad enriquece y enaltece, humaniza y nos hace amables y sensitivos.
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Como somos seres sensibles, lo natural es sentir. Si uno reprime su sensibilidad se está haciendo a sí mismo un flaco favor, aunque hay personas que lo hacen para auto defenderse o porque se avergüenzan de su sensibilidad o porque sus mismas carencias emocionales les lleva a ocultarla o disfrazarla. Cuando hay sensibilidad uno se ocupa no sólo de sí mismo sino también de los demás y nunca puede ser indiferente a las cuitas de las otras criaturas.
☆
No hay muchas razas humanas, sino dos: la de los sensibles y la de los insensibles. Y así como la indiferencia es una muy oscura zona de la mente, la sensibilidad es una de las mas luminosas.
☆
La sensibilidad es imprescindible en la relación con las otras criaturas, pero también como fuente inspiradora para la vida, el contacto con la naturaleza, el respeto a la madre tierra y el desarrollo de cualquier actividad artística.
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El que es sensible no puede ser violento, ni demasiado egoísta, ni hostil ni destructivo.
Como somos seres sensibles, lo natural es sentir. Si uno reprime su sensibilidad se está haciendo a sí mismo un flaco favor, aunque hay personas que lo hacen para auto defenderse o porque se avergüenzan de su sensibilidad o porque sus mismas carencias emocionales les lleva a ocultarla o disfrazarla. Cuando hay sensibilidad uno se ocupa no sólo de sí mismo sino también de los demás y nunca puede ser indiferente a las cuitas de las otras criaturas.
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No hay muchas razas humanas, sino dos: la de los sensibles y la de los insensibles. Y así como la indiferencia es una muy oscura zona de la mente, la sensibilidad es una de las mas luminosas.
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La sensibilidad es imprescindible en la relación con las otras criaturas, pero también como fuente inspiradora para la vida, el contacto con la naturaleza, el respeto a la madre tierra y el desarrollo de cualquier actividad artística.
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El que es sensible no puede ser violento, ni demasiado egoísta, ni hostil ni destructivo.
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El que es sensible ama la vida y la respeta profundamente, se adiestra en comprender y considerar, tiende su mano a los otros y aprecia la lealtad y la cooperación.
El que es sensible ama la vida y la respeta profundamente, se adiestra en comprender y considerar, tiende su mano a los otros y aprecia la lealtad y la cooperación.
☆
El que es sensible refrena las palabras desagradables o la conducta impropia a fin de no herir a los demás.
☆
De la ternura hace su compañera y de la clemencia su amiga.
☆
Hay pocos regalos tan valiosos como la sensibilidad.
☆
A veces hiere, pero su herida es reveladora y consoladora; a veces duele, pero es el dulce y entrañable dolor del que se preocupa por los otros seres.
☆
La sensibilidad es una rica y valiosa posesión y los que gozan de ella no deben nunca perderla. Ojalá que los insensibles puedan tener un destello de sensibilidad y comenzar a cambiar su actitud.
☆
La sensibilidad es el hermoso hálito de vida que mantiene el ánimo firme y a la vez tierno. Cuando hay sensibilidad hay constante aprendizaje, evolución, crecimiento y expansión.
☆
La sensibilidad nos hace generosos, nos ayuda a renunciar a favorecernos a costa de los demás, nos ayuda a entender las emociones, tristeza y desvelos de los otros.
☆
Conviene examinarse día a día para tomar conciencia de las actitudes de indiferencia, muchas veces dadas por la negligencia, la costumbre, el ego desmesurado o la despreocupación. No nos permitamos deshumanizarnos mas de lo que ya estamos y no perdamos la condición gloriosa de personas sensitivas que pretenden pasar por la vida haciendo el menor daño posible y, también en lo posible, ayudando y ayudándonos.
☆
La sensibilidad no es una atadura ni nos deja desprotegidos; es un elixir.
Transforma, armoniza, expande las energías y fortalece el ánimo.
El que es sensible refrena las palabras desagradables o la conducta impropia a fin de no herir a los demás.
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De la ternura hace su compañera y de la clemencia su amiga.
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Hay pocos regalos tan valiosos como la sensibilidad.
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A veces hiere, pero su herida es reveladora y consoladora; a veces duele, pero es el dulce y entrañable dolor del que se preocupa por los otros seres.
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La sensibilidad es una rica y valiosa posesión y los que gozan de ella no deben nunca perderla. Ojalá que los insensibles puedan tener un destello de sensibilidad y comenzar a cambiar su actitud.
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La sensibilidad es el hermoso hálito de vida que mantiene el ánimo firme y a la vez tierno. Cuando hay sensibilidad hay constante aprendizaje, evolución, crecimiento y expansión.
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La sensibilidad nos hace generosos, nos ayuda a renunciar a favorecernos a costa de los demás, nos ayuda a entender las emociones, tristeza y desvelos de los otros.
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Conviene examinarse día a día para tomar conciencia de las actitudes de indiferencia, muchas veces dadas por la negligencia, la costumbre, el ego desmesurado o la despreocupación. No nos permitamos deshumanizarnos mas de lo que ya estamos y no perdamos la condición gloriosa de personas sensitivas que pretenden pasar por la vida haciendo el menor daño posible y, también en lo posible, ayudando y ayudándonos.
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La sensibilidad no es una atadura ni nos deja desprotegidos; es un elixir.
Transforma, armoniza, expande las energías y fortalece el ánimo.
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El insensible es necio y convierte su vida en un erial. No importa que logros sociales pueda obtener, seguirá siendo un mendigo dañino para los demás. No hay nobleza en los pensamientos, palabras y actos del insensible. El que goza de sensibilidad, sin embargo, al perseguir sus metas no excluye a los demás, bien al contrario, y aquello que obtiene esta pronto a compartirlo con los otros.
El insensible es necio y convierte su vida en un erial. No importa que logros sociales pueda obtener, seguirá siendo un mendigo dañino para los demás. No hay nobleza en los pensamientos, palabras y actos del insensible. El que goza de sensibilidad, sin embargo, al perseguir sus metas no excluye a los demás, bien al contrario, y aquello que obtiene esta pronto a compartirlo con los otros.
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