Recuerda que....
Hay tristezas que son como las cascadas de los ríos,
se deslizan suaves y bajan por tu vida sin detenerse ante
los obstáculos
para luego desembocar en las playas de tu futura alegría.
Cuando notas que tu mirada pierde el brillo del atardecer,
recuerda que en la mañana sube el sol quien hará de tu
hoy el inicio de tu día,
por eso siempre espera el mañana con la cabeza erguida.
Continúa simpatizando con la vida aún cuando no brille tu
sol.
los sinsabores que pudiste percibir en la vida tienen como
finalidad
que recuerdes que aún te queda el sentido del gusto para
diferenciar lo bueno de lo malo.
Sólo se vive un día a la vez,
por eso aunque tengas prisa tienes que esperar 24 horas
para ver el mañana.
¡Cuánto amor hay en el cielo para ti!
La vida es un lujo, es el gusto de lo exquisito por mantener
un pie frente al otro.
Sí, la vida es un lujo; lujo para amar, para respirar, para
soñar y para ser feliz.
Por eso gasta tu vida como si fueras millonario.
Que tu sonrisa sea parecida a la de los niños cuando se
saben amados
y que logres ver en éste día que naciste para recibir una
caricia en cada uno de tus latidos,
que te des el gusto de perfumar tu boca con palabras
llenas
del aroma de tu interior y que la paz que rodea el paternal
corazón de Dios
sea la que te mantenga saturado de tranquilidad en este
tu único día que te corresponde vivir.
Estar vivo es uno de los regalos más hermosos que podrás
mantener
tanto en tu espíritu como en tu alma y en la eterna
juventud.
Por eso, manifiesta tu viveza en todo lo que haces,
ríe como si fuera la última vez, sueña como los niños
y haz de ti un ser humano que vive y deja vivir.
Existe cada semana dos días de los cuales no tendríamos
que preocuparnos jamás.
Dos días que tendrían que estar exentos de pesares.
Ayer con sus inquietudes, sus males y sus penas.
Ayer se escapó de nuestras manos,
se ha ido para siempre y ni todo el oro del mundo podría
revivir el día de ayer..
No podemos borrar uno sólo de nuestros actos,
no podemos evitar una sola palabra de la que hemos
pronunciado;
el ayer no está más.
Otro día del cual no tendríamos que preocuparnos es
“mañana”
con sus adversidades posibles, sus cargas, sus lindas
promesas.
Mañana también está fuera de nuestro alcance.
Mañana el sol se levantará con todo su esplendor
o detrás de una pantalla de nubes, pero se levantará.
Hasta el instante no tenemos poder sobre el mañana, pero
aún está por llegar.
Nos queda un sólo día, “hoy”.
Todas las personas pueden librar un combate en un sólo
día.
Es cuando tú y yo añadimos el peso de estas dos
eternidades terribles, “Ayer y Mañana”.
No son las pruebas del día las que vencen o enloquecen al
hombre,
es el remordimiento o el rencor que nos ha dejado ayer y
el temor de lo que nos puede traer mañana.