TIMBALES Y TROMPETAS
No hay fiesta de navidad en la que no se escuche el oratorio de navidad de J. S. Bach. Con timbales y trompetas, Bach introduce este coro al comienzo: ¡Llenaos de júbilo, regocijaos! ¡Celebrad los días! ¡Alabad lo que hizo el Supremo! ¡Dejad de vacilar, expulsad el lamento, entonad llenos de júbilo y alegría!
No puedo escuchar este coro sin que provoque dentro de mí lo que dice, y al hacerlo, el miedo y las quejas son expulsadas de mi corazón. Mi corazón se ensancha, se abre al secreto de la navidad, al secreto de que Dios se convirtió en hombre y trajo la luz a nuestra oscuridad.
El soprano entonces puede cantar dentro de este corazón abierto, el mensaje de los ángeles: "No tengáis miedo, mirad, yo os anuncio una gran alegría que recibirá todo el pueblo".
Con la música vuelve a mi alma la alegría, que muchas veces está escondida debajo de preocupaciones y problemas, y me da fuerzas para iniciar una nueva vida
|