Hoy en el mundo se ignora que sin Jesús en el corazón, la navidad no
dejara
de ser la celebración que escasamente dura un mes y luego, de
nuevo la
tristeza, la ansiedad, la preocupación por el futuro, regresa también la
desesperanza.
Que distinta una Navidad teniendo en nuestras vidas a Jesús,
el Señor de la
Navidad, entonces la celebración se convierte en una
celebración no solamente
de un mes, se convierte en una celebración que dura toda la vida.
Dios en este diciembre quiere hacer de tu vida una constante Navidad,
donde
la paz, la esperanza, el amor y la convicción de un futuro seguro llenen
tu
mente y corazón para siempre. Solamente, tienes que invitar a Jesús
para que
sea el Señor y salvador de tu vida, alegrándote así no solo por
un mes, sino
por el resto de tus días.