Bordé y bordé, con hilos dorados de seda,
y bordé así, mis
sueños de ilusiones de juventud;
como en todo comienzo, mi trabajo fue
inseguro
con exigencias increíbles, inalcanzables.
Y las puntadas costaban
siempre más, pero no importaba
si la ansiada perfección llega con el
tiempo.
Y aún así, con tropiezos, y mucho rehacer,
el
manto de la vida resplandeció entre mis manos,
hecho de sueños y sutiles
hilos de seda llenos de color.
Allí habían amaneceres, resplandecientes y
azules
y ocasos tenues de insinuantes tonalidades naranjas,
noches
también, hechas de misterio nebuloso…
y mares profundos de color
turquesa.
así mi tela creció infinita
y hoy es un gran tapiz, en el que
cada sentimiento
dejó su huella.
aquí quedaron las historias
incontables…
tristezas y alegrías .
Otras seguirán bordando en el tapiz de
los sueños
muchas, no querrán hacerlo, siempre indecisas.
sin entender que
no hay magia o habilidades
basta sólo vivir, soñar y poner el
corazón.
Entrelazar los dorados o plateados hilos
en tenue filigrana,
retomando siempre,
agregando más vida, fuerza, y más entrega
y seguir así
con el trazo fantástico,
la ruta que te marcan los sueños